Cualquier trabajo que se disfrute mientras se realiza sea la profesión que sea es todo un lujo, hasta ahí creo que estamos de acuerdo todos, la fotografía de boda no es una excepción.
Cada vez es más habitual que las parejas busquen el trabajo concreto de un fotógrafo en particular. Buscan por el nombre en cuestión ya que desean algo especial que sólo ese fotógrafo puede darles. Eso me parece algo genial y que hace que la relación profesional/personal se mezcle aún más. Las parejas ven “algo” en el estilo fotográfico de ese profesional, el color, su blanco y negro, la forma de tomar las instantáneas, la tecnología con la que trabajan, algunos porque usan película en lugar de cámaras digitales, el resultado de su procesado, el tono verdoso, rojizo, sepia, la propia relación del fotógrafo con sus parejas… la verdad, da exactamente igual, pero encuentran algo con lo que se identifican y «lo quieren” es su boda. Estas parejas diferencian muy bien lo que quieren y lo que no, y no desean un fotógrafo de 1000€ que únicamente cumpla de manera mecánica con su trabajo, quieren algo más.
Como en todas las profesiones, hay que pagar unos servicios y aquí entra la razón por la que escribo estas líneas. Siento ser yo quien lo diga, porque seguramente algunos no estarán de acuerdo conmigo, pero ya lo he dicho en el título, “hablo por mí, nada de lo que diga debe extenderse a compañeros de profesión”
Se supone que hay que tener un precio “cerrado” para una boda ya que somos fotógrafos de bodas y como tales, cobramos por el evento… error. No todas las bodas son iguales, no todos los meses del año son iguales, no todas las parejas organizan su boda de la misma forma, no todas las bodas duran lo mismo. Podemos tener un precio del cual partir, pero esa cantidad se verá afectada dependiendo siempre del evento en cuestión (hablo de mí).
Hay medidas que poco a poco estamos llevando a cabo, pero creo que debe ser así. Para mí, no puede costar lo mismo una boda en el mes de junio que en el mes de febrero, es mucho mayor la demanda en unos meses concretos y como tal el precio también. Yo no puedo cobrar lo mismo por una boda clásica con una línea establecida y repetitiva que por una boda en la cual la pareja quiere romper con todos los clichés. Seguramente disfrutaré mucho más realizando la segunda que la primera, aunque pueda equivocarme, pero de entrada sabemos que la diferencia acechará durante todo el día y que la monotonía no será un problema en este enlace. Por supuesto, intentamos marcar en cada trabajo la línea por la cual nuestras parejas se han puesto en contacto y dar siempre el 120%, pero hay que reconocerlo, hay que decirlo… todo dependerá también de cómo esté planteado cada enlace, todo dependerá de la personalidad de cada pareja y de lo cómodo que nos encontremos. Cuando todos realizamos trabajos en los que nos encontramos cómodos y disfrutamos, todo cambia, y recordad que este es un trabajo muy personal y las fotografías se verán influenciadas por el estado de ánimo.
He conocido a muchas parejas que se veían forzadas a realizar unas fotografías más por imposición que por otra cosa. Unas parejas que en el día de su boda no se correspondían como eran realmente, con una serie de protocolos y de fotografías que jamás hubieran querido hacer, ¿Entonces por qué? No lo entiendo. ¿Quién se casa realmente? El día de mi boda me gustaría hacer lo que YO quiero que se haga y PUNTO, por la sencilla razón de que quien se casa SOY YO.
También he conocido a peluqueras y maquilladoras que toman la iniciativa el día de la boda, jejej, y son ellas quienes dicen las fotografías que se tienen que hacer: “ahora que te haga fotos mientras le pones los gemelos” “tiene que hacerte fotos mientras tu hijo te coge del brazo” “hay que hacer las fotos de familia en el salón…» ¿Es posible que la pareja me haya contratado porque precisamente no está interesada en ese tipo de fotografías? ¿Creen estas personas que todos los reportajes han de hacerse de la misma forma? ¿Por qué no preguntan antes? Hay tantos y tantos casos como estos, que las parejas prefieren hacer lo que otros dicen por el simple hecho de pensar que de lo contrario, no lo estarían haciendo bien.
En nuestro formulario de contacto, a parte de rellenar el nombre o la fecha del evento, hay otro campo MUY importante: MENSAJE. Aquí es de vital importancia que nos contéis cómo será vuestra boda, qué tipo de ceremonia, dónde será, si tenéis pensado cosas especiales que no hayáis visto en otros enlaces, si vuestra indumentaria no se corresponderá con algo clásico, si pertenecéis a otra cultura diferente… contadnos todo aquello que queráis, todo. Si queréis hacer algo especial en el preboda, viajar a algún sitio concreto por razones sentimentales, os podemos asegurar que nada de lo que nos contéis estará de más, de verdad.
Creemos que debe ser así, porque ni todas las parejas ni todos los eventos son iguales. Es un día para disfrutar de todo lo que tenemos a nuestro alrededor, de todos nuestros seres queridos y no hay mayor recompensa que hacer tu trabajo mientras disfrutas de él.
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