No existe nada más hermoso que traer un niño al mundo, y bien lo saben las mamás. Nosotros decimos que existen pocas sesiones que tengan tanta magia que una sesión premamá, al atardecer, en el campo y todos juntos.
Hace varios años que tuve la suerte de ser el fotógrafo en la boda de esta pareja y un tiempo después vuelven a ponerse en contacto para realizar la sesión que hoy os comparto. Una breve muestra por supuesto, ya que su reportaje lo forman más de 300 fotografías. Estoy muy contento del resultado y quiero volver a agradecer a Beatriz, a los dos «Albertos», jeje padre e hijo y por supuesto a la preciosa… Paula.
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